Se define como la sensación de dolor crónico que afecta a la región vulvar que sufren muchas mujeres. El malestar que siente la mujer puede ser ardor o dolor e incluso puede quejarse de sensación de “hinchazón y enrojecimiento”.
El dolor que siente puede ser constante o intermitente, localizado o difuso; puede ser un ligero fastidio o muy intenso, hasta llegar a ser debilitante. No tiene causas objetivas identificables, provocadas por estímulos muy suaves e inocuos que no justifican la molestia percibida por la mujer.